jueves, 21 de agosto de 2008

NIÑOS ORDENADOS

Es importante inculcar el orden desde que son bebés.
Disponer y encontrar las cosas en su lugar es necesario para una convivencia satisfactoria. Pero el orden no sólo incluye la disposición adecuada de los objetos, sino también la organización general de la persona.
La estructuración del espacio, el tiempo y las ideas le conducirá al control y dominio de sí mismo y a un equilibrio emocional.

Paso a paso
Los primeros años son muy importantes para inculcar el orden en los más pequeños.
Desde que el niño nace debemos procurar mantener sus horarios de comida y sueño, sus rutinas en la higiene, etc, ya que la repetición de las secuencias le va a permitir interiorizar una serie de hábitos que le aportará estabilidad y cierto control del ambiente. Y a lo largo de los meses aprenderá también que cada cosa tiene su lugar.
Podrá guardar los juguetes en su caja correspondiente, meter la ropa sucia en la lavadora, poner la mesa con los cubiertos y vajilla colocados, dejar la mochila preparada el día anterior… en la medida que la madurez del niño lo vaya permitiendo, y llegará un momento en que los hábitos formarán parte de su autodisciplina y el orden se convertirá en algo natural.

Ellos lo necesitan
Aunque parezca increíble, el niño aprecia y necesita el orden. Un niño que habitualmente ha vivido en el caos y no se le ha enseñado a ordenar, le puede costar en el futuro elaborar esquemas o incluso establecer sus propias prioridades en la vida. El orden le ayudará a mantener estructurada su mente, a sacar mayor partido a lo que ve o aprende y a ser más eficaz en lo que se proponga.

Importante la motivación y el ejemplo
Es más fácil y eficaz ofrecerle un modelo adecuado, ilusionarle y hacerle partícipe del por qué y el cómo, que darle largas instrucciones.
Es absurdo imponer un orden tiránico y sin sentido para el niño. Y no olvidemos reconocerles el trabajo bien hecho o hacerles saber que apreciamos su esfuerzo. De esta forma se animará a repetir o perfeccionar la próxima vez.

Una sugerencia
Para conseguir orden en el cuarto de los niños, primero hay que asegurarse de que necesitan todo lo que hay en su habitación. No tiene sentido acumular objetos y ropas que no van a utilizar en ningún momento. Una vez seleccionado el material hay que buscar una organización inteligente y efectiva, y hacer partícipe al niño. Por ejemplo asignar cajas de distintos colores a objetos diferentes o colocar estanterías al alcance de los niños para que pueda acceder sin ayuda a aquello que utiliza con más frecuencia

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